miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Qué consecuencias podrá dejar el hecho de que una persona se suicide?


Si las supieran los que se han suicidado, estoy seguro que muchos se hubieran dado otra oportunidad. El problema no se acaba con la ausencia de la persona, ¡NO! En ese momento se inicia un nuevo proceso de destrucción; y se empieza por el impacto de la noticia, que trasciende y daña a todo aquel que la escucha. El llanto, el inconsolable llanto de quien la recibe: los amigos, la familia, los que viven lejos, los que viven en otros lugares, hasta los desconocidos nos impactamos; y de inmediato surge el arrepentimiento y las culpabilidades de los que quedan; aparecen los lamentos: ¡Si le hubiera hecho caso! ¡Si le hubiera dicho! ¡Si lo hubiera perdonado! ¡Si la hubiera amado! ¡Si no lo hubiera dejado! ¡Si la hubiera comprendido! ¡Si lo hubiéramos ayudado! ¡Si lo hubiera! ¡Si lo hubiera! ¡Si lo hubiera! El hubiera..., ya no existe. Lo único que existe es: ¡un espacio vacío y silencioso!, ¡Un cuarto sin su voz!, ¡Un recuerdo musical!, ¡Un rincón, un plato, una fotografía! ; queda la profunda tristeza de una madre con el deseo de escuchar nuevamente a su hijo o a su hija; la profunda tristeza de un padre, que ve como un puñado de tierra desvanece sus ilusiones; la profunda tristeza de una familia, donde un niño desconcertado pregunta: ¿Mi mamá está dormida en esa caja? ¿Mi papá se fue con dios? Donde un joven se pregunta: ¿Qué voy a hacer? Donde una joven se pregunta ¿Y mi futuro? ¿Y ahora, qué hago sin mi padre? ¿Qué hago sin mi madre? ¿Qué va a ser de mis hermanas o hermanos?



Si tú haz tenido esa experiencia desagradable: con algún familiar, amigo, amiga, o conocido. No te dañes con la ausencia. Seguro es que si todo hubiera dependido de ti, otra cosa sería. Pero no te engañes al sentirte culpable. Son muchas las cosas que intervienen.



Mejor..., ¡lo malo hazlo bueno! Recibe el mensaje de que existe la vida y existe la muerte. Y si perdiste a alguien que amabas; ahora, ¡Vive la vida dos veces! ¡Deja de medio vivir! ¡Disfrútala por él o por ella y por ti! ¡Tú ya no puedes hacer nada, por las ausencias!, ¡Pero si puedes hacer mucho por ti!: sonríele a la vida, ¡brinca el obstáculo! Y si aparece otro obstáculo más grande: ¡Fortalécete, encarrérate, corre más fuerte y vuelve a brincar! ¡Brinca más alto! ¡Porque tú vales mucho! ¡Enséñanos a vivir dos veces, con la vida y el sufrimiento! ¡Enséñanos a superar! ¡Enséñanos a aceptar la voluntad de Dios! Pero: “Ayúdate, que yo te ayudaré”.



Si crees que haz perdido. Si crees que necesitas ayuda. Dame la oportunidad de escucharte. ¡Tú vales mucho! ¡¡Tú vales mucho!! Dame la oportunidad de seguir siendo integrante del Hospital de la Humanidad. ¡Comunícate! ¡Atrévete! Y a ti que naciste, con la fortuna y la sabiduría de enfrentar la vida, te invito a ayudar, inscribiéndote en el Hospital. Haz algo por los demás. ¡Tú puedes dar el alivio a alguien, tan solo con escucharla o escucharlo! ¡Tú puedes tomar a alguno o alguna de la mano, para darle confianza y enseñarlo a caminar! ¡Tú puedes evitar que otros tengan caídas y ya no quieran levantarse! Unos minutos de tú tiempo, pueden salvar una vida en minutos, para atender al que grita, angustiadamente:


¡ESCÚCHENME, POR FAVOR! PARA NO SUICIDARME

(esto lo sake de un blog, no lo escribí yo, y me parecio muy interesante y REAL como para tomar conciencia de lo ke realmente significa un suicidio o una muerte, puede ser útil para muchos, por eso lo publiko)

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